Cruel.

Llegué al punto de extrañar el sonido de tu voz perdiéndose en la vastedad de la noche. De extrañar la calidez de tu cuerpo y la fragancia de tus besos. No puedo dormir sin dedicarte mis pensamientos ni despertar sin haber soñado contigo. Todo el día pienso en ti mientras uso la más estúpida de mis sonrisas.

Duele extrañarte así, duele saber que el tiempo nunca será suficiente. Podría ver tus ojos días enteros y acariciar tu tersa piel por semanas. Cuanto estoy contigo las horas se vuelven segundos. Podría besar cada una de tus pecas y cada uno de tus lunares todos los días sin aburrirme, lo único que pido es que seas mía.

Maldito destino cruel que nos hace estar tan lejos.